El lagarto ocelado (Timon lepidus) es el reptil más grande de Europa Occidental. Vive en zonas soleadas del suroeste de España. Sus colores vivos, su tamaño y sus movimientos lo hacen inconfundible. Es una especie exótica y muy especial.
Puede alcanzar hasta 90 centímetros de largo. Su cola ocupa más de la mitad de su cuerpo. Tiene manchas azules en los costados. Estas marcas, llamadas ocelos, le dan su nombre.
Hábitat y distribución
Este lagarto prefiere lugares secos y cálidos. Le gustan las zonas con matorrales bajos, piedras y mucha luz. Se encuentra en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y el sur de Madrid.
Suele esconderse en madrigueras, muros de piedra o grietas. Le gusta tomar el sol en las rocas. Es muy rápido y territorial.
Dieta y comportamiento
Es omnívoro. Come insectos grandes, huevos, frutos, pequeños roedores e incluso otros reptiles. En primavera es más activo y agresivo. Los machos luchan entre sí por el territorio.
Es un animal diurno y solitario. Si se siente en peligro, huye. Puede soltar su cola para despistar a los depredadores. Luego la regenera con el tiempo.
Importancia cultural y ecológica
Este lagarto aparece en leyendas y tradiciones rurales. En algunos pueblos andaluces se le consideraba mágico. En otros, lo perseguían injustamente.
En la naturaleza, su papel es clave. Controla plagas de insectos y sirve de alimento a aves rapaces. Su presencia indica un entorno sano y bien conservado.
Reproducción y ciclo de vida
En primavera empieza la época de apareamiento. La hembra pone entre 5 y 22 huevos. Los entierra en madrigueras o en la tierra suelta.
Las crías nacen en verano y se valen por sí mismas desde el primer día. Viven entre 8 y 10 años en libertad. En cautividad pueden vivir más tiempo.
A los dos o tres años ya son adultos. Los más fuertes dominan el territorio y se reproducen mejor.
Amenazas y protección
Sus poblaciones están en declive. Las principales amenazas son los pesticidas, la pérdida de hábitat y el tráfico ilegal. También mueren atropellados en zonas rurales.
Está protegido por ley en España. Varias comunidades trabajan en su conservación. Se restauran hábitats y se informa a la gente sobre su importancia.
Cómo observarlo sin molestarlo
Para verlo, hay que ir a zonas rurales con sol y piedras. Lo mejor es al amanecer o a media mañana. Hay que moverse en silencio y sin prisas.
Si lo ves, obsérvalo de lejos. No lo toques ni lo alimentes. Respetar su espacio es vital para su supervivencia.
El dragón de la península ibérica
El lagarto ocelado es una joya natural. Tiene un aspecto imponente y un comportamiento fascinante. Es parte de nuestro patrimonio natural. Protegerlo es proteger la vida salvaje de España.