El camaleón común (Chamaeleo chamaeleon), con su caminar pausado y mirada penetrante, parece sacado de un cuento fantástico. Sin embargo, esta criatura es real y habita discretamente en los pinares, matorrales y dunas del sur de España, especialmente en Andalucía y la región mediterránea. Aunque muchas veces pasa desapercibido por su increíble capacidad de mimetismo, es uno de los reptiles más fascinantes que forman parte de la biodiversidad exótica ibérica.
Su cuerpo comprimido lateralmente, la cola prensil y sus dedos en forma de pinza lo convierten en un escalador experto. Pero lo que realmente lo distingue es su habilidad de cambiar de color para regular su temperatura corporal o comunicar su estado emocional, no tanto para desaparecer como suele creerse.
Un huésped milenario del Mediterráneo
Aunque a menudo se asocia con África o Asia, el camaleón común forma parte de la fauna europea desde hace siglos. Se cree que llegó a la península ibérica durante la antigüedad, quizá transportado involuntariamente por comerciantes fenicios o romanos. Desde entonces, se ha adaptado con éxito al clima seco y templado del litoral andaluz.
En España, su presencia se ha documentado especialmente en las provincias de Huelva, Cádiz, Málaga, Granada y Almería. También se han registrado poblaciones en la Región de Murcia. Su hábitat favorito son los matorrales costeros, pinares bajos y áreas con vegetación densa y soleada.
Características físicas únicas
El camaleón común mide entre 15 y 30 cm, siendo los machos más grandes que las hembras. Su lengua pegajosa puede extenderse al doble de su cuerpo y atrapar insectos con una precisión asombrosa. Sus ojos, capaces de girar de forma independiente, le permiten observar en dos direcciones al mismo tiempo, una adaptación excepcional para detectar depredadores y presas.
A diferencia de la creencia popular, el camaleón no adopta cualquier color al instante. Cambia entre tonalidades de verde, marrón, amarillo o gris, en función de la luz, la temperatura y su estado emocional. Por ejemplo, un camaleón oscuro puede estar irritado o intentando absorber calor, mientras que uno claro está relajado o evitando el sobrecalentamiento.
Reproducción y ciclo vital
La época de apareamiento del camaleón va desde finales del verano hasta principios del otoño. Tras la cópula, la hembra excava un pequeño agujero en el suelo arenoso donde deposita entre 10 y 40 huevos, que tardarán entre 9 y 12 meses en eclosionar. Durante este proceso, la madre abandona el nido, por lo que las crías deben valerse por sí solas desde el primer momento.
Su esperanza de vida ronda los 3 a 5 años en libertad, aunque en cautiverio pueden vivir más tiempo si se mantienen en condiciones óptimas. Son animales solitarios y territoriales, por lo que no es raro que se enfrenten si se encuentran dos adultos en la misma rama.
Amenazas y protección
A pesar de su adaptabilidad, el camaleón común está catalogado como especie protegida en España. La destrucción de su hábitat por urbanización costera, incendios y agricultura intensiva ha reducido muchas de sus poblaciones. Además, aunque está prohibido, algunos ejemplares son capturados como mascotas ilegales, lo que agrava su vulnerabilidad.
Para contrarrestar estas amenazas, existen programas de conservación que se centran en la restauración de su hábitat, campañas educativas y control del comercio ilegal. Organizaciones como la Junta de Andalucía han impulsado planes de monitoreo y regulación para garantizar la supervivencia de esta especie emblemática.
Cómo encontrar uno (sin molestarlo)
Avistar un camaleón en la naturaleza requiere paciencia y buen ojo. Su camuflaje natural hace que pasen desapercibidos incluso a corta distancia. Los mejores momentos para observarlos son durante las primeras horas del día o al atardecer, cuando se mueven para regular su temperatura. Si tienes la suerte de ver uno, recuerda mantener distancia y evitar tocarlo.
El Parque Natural de las Dunas de Artola (Marbella) o el entorno de Doñana son lugares donde se han registrado numerosos ejemplares en libertad.
Un tesoro vivo del ecosistema mediterráneo
El camaleón común no es solo un reptil curioso, sino una pieza fundamental del ecosistema mediterráneo. Controla poblaciones de insectos y forma parte de la cadena trófica como presa y depredador. Su existencia es un testimonio de la riqueza natural de España y de la necesidad de protegerla.
La próxima vez que camines por un pinar andaluz, detente, observa y recuerda: puede que uno de estos pequeños artistas del camuflaje te esté observando también.